martes

Miro mi estrellita egipcia: está bien pegada. La habíamos comprado juntos. Estaba toda penetrada de ternura, del azul del cielo. Allí está frágil y desolada. La tomas en tus manos y lloro. Ya no recuerdo donde guarde el collar barato que me habías regalado al cumplir los cuarenta. A mi alrededor, todos los objetos, todos los muebles, han sido rasgados por un ácido. No queda otra cosa que un esqueleto, desquiciante.No tiene importancia, en serio, no tiene importancia. Crecieron un montón las flores, los arboles: es primavera aun. No hay valor del dolor de otro en ninguno de nosotros, te duele a vos, fijate que podes hacer con eso. No es egoísmo  es sentido común  a mi también me duele, pero no digo nada en voz alta para ver si el olvido es un ejercicio de la memoria o de la audicion.El río del tiempo, las erosiones de la vidas a las aguas de los ríos, eso es, erosión de sentir por las aguas del tiempo.
La presión interna sube cuando el mundo exterior bloquea toda posibilidad de actuación.
Podría ser la explicación.
Como ser-en-falta.
Sólo que las explicaciones no sirven de nada, ya que cada interpretación, cada intento de comprensión queda anulada por una sola frase: demasiado tarde.
Todo. A medias.
Verdad a medias.
Y verdad a medias también la falta de contradicción.
Como ser-sin-falta.
Verdad a medias la expresión con que le acaricia el pelo.
Verdad del todo, sólo las lágrimas.